Ella, con su sombrilla blanca y mirada serena. Él, firme y atento, como quien sabe que el amor también se posa en los detalles. Pasear por el centro de Sevilla con ellos fue más que una sesión
Momentos…
A veces, el amor también se exhibe sin proponérselo. Un paseo de novios por Sevilla se transforma en escena global: flashes cruzados, idiomas distintos… pero todos deteniéndose ante lo mismo. Porque hay gestos universales.

Me fui de la sesión sabiendo que no solo hice fotos; guardé un capítulo de su historia..
«No todas las historias necesitan ruido. Algunas solo requieren un paseo lento, dos miradas limpias… y una cámara dispuesta a mirar con el corazón.»
– Francisco Guerrero, fotógrafo de emociones.

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¿Te casas pronto o simplemente quieres capturar tu historia? Escríbeme, que quizás ya encontré tu luz.